La victoria del republicano Donald Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris probablemente tenga su impacto más inmediato en Ucrania. El presidente electo habló de un final rápido de la guerra, y de forzar a Kiev a hacer concesiones a los invasores rusos.
Se espera que Trump también ofrezca un apoyo robusto a Israel, como hizo en su primer periodo de 2017 a 2021, y que presione mucho más a Irán.
Tras el primer mandato de Trump, su sucesor, el demócrata Joe Biden, puso la prioridad en restaurar alianzas estadounidenses históricas. Estas podrían estar en riesgo ya que Trump acusa a aliados de aprovecharse de las fuerzas armadas estadounidenses y cuestiona a la OTAN, un pilar de la política exterior de Washington desde la Guerra Fría.
Las relaciones bilaterales con China
En la campaña, Trump ha tenido airadas declaraciones sobre China, y tanto él como el vicepresidente electo, J.D. Vance, presentaron a la potencia asiática como el enemigo. Sin embargo, Trump ha insistido también en que tiene una buena relación con el presidente chino, Xi Jinping, una suerte de énfasis en la diplomacia personal no muy diferente a lo que hizo Biden.
El estilo de Trump podría provocar más chispas en América Latina, donde aliados clave como Colombia y Brasil, y también México, están gobernados por la izquierda. Una de las promesas de campaña clave de Trump, la deportación masiva de millones de inmigrantes indocumentados, podría traer caos a la región si es implementada.
Trump no ha mostrado interés en África y no es probable que busque el año próximo la renovación del "African Growth and Opportunity Act", un acuerdo comercial clave y una prioridad para ese continente, aunque legisladores republicanos apoyan su renovación.
Entre Taiwán y Medio Oriente
"Un Trump 2.0 sería muy diferente. No tendría a ninguna de estas figuras que de hecho lo restringieron en algún momento y de alguna manera, incluido en el Pentágono", afirmó Brian Finucane, ex diplomático estadounidense que ahora trabaja en el International Crisis Group.
Trump ya ha despertado temores en Taiwán al cuestionar públicamente si hay que defender a esta democracia con autogobierno, cuando Pekín reclama el territorio como suyo y no descarta tomarlo por la fuerza.
En Medio Oriente, Trump dijo al primer ministro Benjamin Netanyahu que tiene rienda suelta durante estos dos meses hasta que asuma el poder en enero, según informaciones de prensa. En su primer mandato, Trump cumplió su lista de deseos para Israel, incluido el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén.
Y en un gesto que complace a Netanyahu aún más, Trump ha prometido máxima presión contra Irán. Algunos de sus asesores en el primer mandato estuvieron a un paso de pedir el derrocamiento del Estado clerical.